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News desde Cracovia: Benedicto XVI a Sant'Egidio: intensificar los esfuerzos por la paz a 70 años del inicio de la II guerra mundial, en la memoria de la Shoa y de Wojtyla

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Wojtyla, vuelve a su ciudad, en el corazón de Europa, a 70 años del inicio de la segunda guerra mundial y a 20 de aquel “89” que, con la caída del muro de Berlín, disuelve la cortina de hierro, acaba con los régimenes dictatoriales, abre el mundo a nuevas esperanzas. Algunos meses antes - en agosto del 89 - los representantes de las religiones habían estado en Varsovia y Cracovia, en la tercera etapa del espíritu de Asís, recogido por Sant’Egidio y difundido a lo largo de nuevos caminos en la “construcción de la paz abierta a todos” (como decía Wojtyla), a aquellos que trabajaban con la fuerza débil y persistente de la fe. Desaparecido el mundo dividido por dos bloques, se puso de relieve la distancia entre el norte y el sur del mundo, el conflicto en la ex Yugoslavia, hasta la irrupción en el escenario internacional del terrorismo fundamentalista y de la “guerra preventiva”. El espíritu de Asís, desde Cracovia, donde se han reunido estos días los representantes de las religiones mundiales, lanza su mensaje a "un mundo inquieto",explica el cardenal Stanisalw Dzwisz, que fue secretario de Juan Pablo II y ahora es metropolita de Cracovia, y lo hace con una “voz coral”. Cada reconstrucción en Europa debe recomenzar de la memoria y por ese motivo, en el aniversario trágico de la segunda guerra mundial y en el recuerdo de la Shoa, los líderes de las religiones cristianas, judíos y musulmanes, caminarán en los próximos días como "pelegrinos en el campo de concentración de Aushwitz Birkenau, para honrar todas las víctimas del horror de la guerra, del nazismo y del mal ocurrido en los lager”.

Volver a Polonia es transmitir el mensaje a otras personas. “La invitación - comenta Dzwisz – se ha recibido con gran entusiasmo, porque muchos líderes de las religiones mundiales quieren honrar la memoria del Santo Padre Juan Pablo II, en la patria que lo ha creado. El País donde nos reunimos, ha conocido también la humiliación por parte de la ideología comunista que durante décadas ha intentado dominar la consciencia de la gente, pisoteando su dignidad, privándoles de la libertad, prometiendo construir el paraíso en la tierra” esta ideología ha dejado tras de sí deshechos espirituales y materiales”. Ahora se trata de reconstruir pacientemente “la casa destruída de los valores humanos y cristianos,  así como han hecho otros pueblos de Europa central y oriental”. Otro testimonio de la reconstrucción ha sido Serafim, metropolita de la Iglesia ortodoxa de Rumanía. Su voz recorre las bóvedas del santuario de la Divina Misericordia: “La fe - dice -  no es una teoria, nace del encuentro con el sufrimiento y con los pobres”. El planeta tiene necesidad de trabajadores de paz más allá de las fronteras de los pueblos, religiones y culturas, que no se imponen con la fuerza, que no se dejan vencer de aquellos que Serafim llama los demonios “de la secularización, del consumo desenfrenado, del deseo de dinero”. El espíritu de Asís ha resistido a la guerra, a la idea que la violencia sirve.