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Filaret

Obispo ortodoxo, Iglesia ucraniana, Patriarcado de Moscú
 biografía

Saludo del metropolita de Minsk y Sluck, Filaret,
Exarca patriarcal de toda Bielorrusia
al finalizar la liturgia en la catedral de Múnich
11 de septiembre de 2011


Eminencia, queridísimo cardenal Reinhard Marx
Queridos hermanos y queridas hermanas,

Nos hemos reunido estos días para participar en el encuentro internacional "Bound to Live Together. Religiones y culturas en diálogo”. Considero que dirigirnos con la oración al Creador es el mejor inicio del cometido que nos espera.
El deseo común de mostrar al mundo la necesidad y la posibilidad de una convivencia pacífica de las distintas religiones y culturas es lo que nos une a todos los que estamos aquí reunidos. Somos conscientes de la unidad según la naturaleza del género humano, nosotros nos comprometemos a observar el mandamiento de Dios sobre la unidad y sobre el amor mutuo.
Con gratitud de corazón expreso mi convencimiento de que nuestro encuentro constituye un paso adelante hacia la unidad que nos encomendó el Creador.
Eminencia, señor cardenal Reinhard Marx, le saludo de todo corazón por habernos invitado a participar en este congreso y por la oportunidad de conocer a su rebaño. En la persona de Vuestra Eminencia permítame saludar a todos los sacerdotes y a los monjes y monjas de su Archidiócesis, que llevan a cabo un servicio de gran responsabilidad con la Iglesia de Cristo. Para mí es una gran alegría estar aquí en esta catedral y encontrarme con todos ustedes, queridos hermanos y hermanas.
Saludo de todo corazón y doy las gracias también a la Comunidad de Sant’Egidio y personalmente a Andrea Riccardi, su fundador, y al obispo Vincenzo Paglia, su consejero espiritual. Su comunidad lleva a cabo realmente un servicio apostólico, llevando a la gente el amor de Cristo a través de las obras de misericordia y la predicación del Evangelio. Ya hace muchos años que nuestra Iglesia colabora de manera fecunda con la Comunidad de Sant’Egidio. Su trabajo incesantemente suscita no solo mi aprecio personal y mi apoyo, sino también los buenos sentimientos de los pastores y de los fieles de nuestra Iglesia.
Permítanme en nombre de la Iglesia ortodoxa rusa saludar a todos los participantes a nuestro Encuentro y en la oración desear para todos nosotros proficuos esfuerzos durante los días de trabajo del congreso.
Que la paz y la bendición de Dios esté con todos ustedes, amadísimos en Cristo, queridos hermanos y queridas hermanas.